Rally de Narón

El Rallye Cidade de Narón es una prueba de asfalto organizada por la Escudería Siroco Narón. La primera edición se celebró en el año 1988 y hasta el año 1993 se celebró sobre tierra. Es una carrera generalmente dura que se caracteriza por sus tramos difíciles y con muchas trampas donde suelen destacar los pilotos locales.

Foto del Rally de Narón
Gloriaamdy Fotografía

2019: 32ª edición

En la jornada del viernes se desarrollaron las verificaciones; esta temporada están siendo bastante estrictas por lo que provoca que tengamos que esperar una media de dos horas en las colas de las verificaciones técnicas. El mismo viernes comenzó la competición con un tramo espectáculo por las calles de Narón. Esta especial me permitió recordar y aprovechar lo que aprendí en mis comienzos en la disciplina de slalom para ir finos y poder dejar por detrás a 50 participantes.

El sábado se disputaron tres tramos con el esquema cada vez más habitual de triple pasada: Cerdido, A Queiroga y Ferreira. De todos ellos el más complicado es Ferreira siendo especialmente crítica la bajada después del famoso cruce de los bares. Se trata de una zona muy sucia y estrecha pero donde con confianza se puede ir bastante rápido. Fue el tramo que mejor se nos dio pero a costa de arriesgar y tener un par de sustos.

Foto del Rally de Narón
Foto de Diego Niebla

En la asistencia volvimos a contar con Héctor Pettinato pero como de costumbre le dimos poco trabajo. Únicamente cambiamos un par de ruedas y ajustamos una caída debido a un golpe que dimos al morder de más una cuneta.

Foto del Rally de Narón
Increíble lo que han crecido en tamaño los utilitarios

Sexto rallye consecutivo acabado; parece que el Polo vuelve a recuperar su fiabilidad. En lo deportivo quedamos bastante contentos al ser capaz de terminar sobradamente delante de los “locos” de la “Copa Iniciación Recalvi” por lo que ahora toca plantearnos objetivos más ambiciosos en próximas carreras.


2018: 31ª edición

Esta edición del rali de Narón lo afrontábamos con mucha ilusión y con ganas de pasarlo bien. Esta carrera mantenía un esquema típico de verificaciones en la tarde del viernes y el sábado se disputaban 4 tramos a doble pasada divididos en cuatro secciones. Esta estructura me parece una de los más adecuados para un campeonato regional con pilotos amateurs. El emplazamiento del parque cerrado en el aparcamiento del Centro Comercial Odeón resulta ideal, pero me llamó la atención que no volviésemos a él en el reagrupamiento del mediodía para así poder todos los equipos reponer fuerzas en la amplia variedad de restaurantes que hay por la zona.

Foto del Rali de Narón

El buen tiempo era un excelente aliado para disfrutar de la carrera. Según va avanzando la preparación, el Polo se vuelve más duro y es en seco donde se le saca su mayor potencial. El único inconveniente de este clima veraniego es el calor que se pasa durante toda la jornada de competición. Dentro del coche con la adrenalina ni te enteras, pero es en los parques donde se hace indispensable montar una carpa para poder descansar a la sombra.

Foto del Rali de Narón

Los dos primeros tramos de la carrera se neutralizaron pero a partir de ese momento pudimos disputar el resto hasta que en el penúltimo abandonamos por un problema en la transmisión. En los cuatro tramos que pudimos correr tuvimos muy buenas sensaciones y marcamos consistentemente unos tiempos bastante competitivos sin apenas sustos y sin necesidad de arriesgar.


2016: 29ª edición

El Rallye Cidade de Narón es una de esas carreras que estás deseando que lleguen ya que al disputarse en el mes de junio suele correrse en seco y todos los tramos con luz. Marca, por decirlo de alguna forma, el inicio de la temporada de verano del campeonato. Además este rali ha sido de los más sencillos de entrenar ya que los enlaces entre tramos eran cortos y en el libro de ruta estaban perfectamente anotadas las coordenadas de la salida y meta de cada tramo con lo que gracias al GPS no perdimos tiempo buscando cómo deshacerlos.

Foto del Rali de Narón

También nos ha gustado mucho la situación del parque de asistencia en el polígono Río do Pozo con calles anchas con dos carriles más un carril de aparcamiento lo cual hacía posible dejar un carril totalmente libre para circular lo que evitaba perder tiempo en llegar al control de salida de cada parque.

Por su parte el parque cerrado, instalado en los exteriores del centro comercial Odeón, es de los mejores del campeonato por la disponibilidad de aparcamiento y hoteles cercanos, la amplia variedad de restaurantes donde comer y cenar o la cercanía con la gente, tanto de los aficionados que se acercaron a propósito como de la gente que simplemente fueron a dar una vuelta y se encontraron con un montón de coches de carreras lo que ayuda a rentabilizar la publicidad.

Foto del Rali de Narón

Lo que no nos gustó fue el programa horario con un parón de casi tres horas al mediodía. Con reducir un poco este descanso tan largo se hubiera evitado correr el último tramo sin casi luz y acabar antes la carrera o bien que no fuera tan larga: 14 horas y 30 minutos en total.

A esta carrera llegábamos con el motor totalmente revisado y con unos nuevos árboles de levas lo que hemos notado bastante en el rendimiento. Ahora llegamos a las curvas bastante más rápido y forzamos a trabajar al límite a los neumáticos y a los frenos. Otra novedad es el uso de separadores traseros lo que se ha traducido en un tren trasero más noble al equilibrar así el comportamiento de ambos ejes. En un coche de carreras se suele liberar mucho peso de la parte posterior lo que hace al eje trasero demasiado nervioso con lo que es necesario jugar con la dureza de las suspensiones, las presiones de los neumáticos y el ancho de vías.

Foto del Rali de Narón

En carrera nos encontramos muy cómodos y rodamos en tiempos de rivales directos como Mourelos con su Suziki Swift. El único incidente que sufrimos fue un pequeño toque en una horquilla en la primera pasada por el tramo B que nos encontramos mucho más sucia de lo que nos esperábamos y terminamos aparcados en batería contra el quitamiedos.

Foto del Rali de Narón

Lo que nos está empezando a quedar claro esta temporada es que hasta el equipo más humilde corre ahora con todo tipo de medios con lo cual es difícil estar más arriba sin gastar una elevada suma de dinero. Lejos han quedado los tiempos de ver coches con apenas preparación y ruedas de calle. Considero que somos aficionados y que para pasarlo bien en un campeonato autonómico no hace falta tanta profesionalidad.


2014: 27ª edición

Rali Botafumeiro (23 y 24 de mayo), Rallye Rías Baixas (30 y 31 de mayo), Rallye Cidade de Narón (6 y 7 de junio), Rallye Ourense (13 y 14 de junio). La falta de comunicación entre escuderías y federaciones ha dado lugar a este esperpento de calendario que nos afecta a todos. A los espectadores porque se pasan meses sin carreras, de pronto tienen cuatro seguidas y es muy difícil poder ir a verlas todas. A los equipos participantes ya que cualquier problema mecánico en el coche podría hacer peligrar la participación en la siguiente carrera aparte del gasto concentrado y de que un rali no se prepara con una o dos semanas de antelación. Y a los organizadores porque ven afectada su lista de inscritos como ha pasado con esta edición del rali de Narón.

Foto del Rali de Narón
Juntos los dos coches con los que he corrido en ralis

La escudería Siroco apostaba en este año por las nuevas tecnologías ofreciendo en su web los mapas de los tramos en Google Earth, una aplicación con todo tipo de información para dispositivos Android, vídeos con cámaras onboard de las especiales, una completa guía de acceso a los tramos en formato PDF… Pero lo que más nos llamo la atención por su gran utilidad fueron las coordenadas GPS de todas las viñetas del roadbook. Entrenando también se agradece mucho que todos los cruces estén marcados con pintura en la carretera. El rali seguía el esquema clásico de cuatro tramos a doble pasada. Por la mañana se disputaban el tramo A de 10,84 km en Cerdido y el tramo B de 16,29 km en Vilaboa, y por la tarde el tramo C de 10,33 km en Os Casás y el tramo D de 16,32 km en Ferreira.

Cerdido es un tramo ideal para empezar un rali al tratarse de una especial de velocidad media donde abundan las curvas de grado cuatro. Pero este tipo de curvas es el talón de Aquiles del Polo ya que por la relación del cambio sale bajo de vueltas y le cuesta coger revoluciones. Esto se vio reflejado en los tiempos al compararlos, por ejemplo, con los del tramo de Vilaboa en el que superamos a muchos más equipos.

Al igual que en el rali Botafumeiro las predicciones de lluvia no eran nada claras por lo que, al no ver llover con claridad, salimos a la segunda sección con unos semislicks Toyo ya con poco dibujo. En Cerdido bajamos un poco el crono anterior pese a encontrarse el tramo más sucio pero justo en la salida de Vilaboa empezó a llover. Nos dieron la salida y cada vez se hacía más intensa la lluvia. Había momentos en los que casi no se veía la carretera. Poco a poco nos fuimos haciendo a las condiciones aunque sufríamos bloqueando en muchas frenadas y deslizando en las curvas. Los más de 16 kilómetros se nos hicieron larguísimos pero he de reconocer que fue el tramo donde más nos divertimos.

Escarmentados y ante la predicción de lluvia decidimos montar las ruedas de mojado para la tercera sección. Ya en el enlace nos dimos cuenta de que nos habíamos vuelto a equivocar. Las Fedima F/T tienen mucha deriva pero sin embargo mantuvieron un buen agarre en las curvas húmedas donde dudo que hubieran aguantado igual las Toyo R888. Cuando llegamos al tramo D nos informaron de que se había anulado por causas ajenas a la carrera. Más de 3 horas y un montón de kilómetros para correr únicamente 10 kilómetros cronometrados. Cosas de los ralis.

Foto del Rali de Narón

En la segunda pasada por el tramo C, ya con premio económico asegurado, no dejamos de correr y rebajamos 10 segundos nuestro anterior tiempo. Al final del tramo empezamos a notar fallos de amplificación y distorsiones en los interfonos. Aunque el enlace al tramo D era corto, dado que estas centralitas dejan de funcionar de repente, decidimos parar a cambiar la pila. En la salida del tramo D nos avisaron los comisarios de que el tramo estaba destrozado especialmente en los últimos kilómetros a causa de los camiones que van a recoger leña. Iniciamos el tramo bastante tranquilos pero pronto empezamos a tener pequeños sustos, lo que nos indicaban que tampoco podíamos ir mucho más rápido. Pasamos parados por el salto de Recemel pero compensamos con lo fuerte que fuimos por el famoso cruce de los bares. En la parte final vas sufriendo por el coche, las piedras no dejaban de chocar contra los bajos, aunque ya sólo pensábamos en no cometer ningún error y acabar la carrera.

Desolador aspecto el que mostraba el final del parque cerrado al terminar el rali. Tanto abandono entre los coches pequeños hizo que ganásemos la clase como únicos clasificados. No es agradable subirse a un podium en estas circunstancias pero me lo tomaré como un premio a la constancia. Esta misma constancia es la que hace posible que a estas alturas de la temporada esté situado en el puesto 17 de clasificación general de pilotos del campeonato gallego de ralis.


2013: 26ª edición

Días antes de que se cerrara el plazo de inscripción dudaba si podría participar el rali de Narón. A última hora surgieron averías que se tardaron más tiempo de lo normal en reparar (rotura del termostato y montaje de una pinza de freno) o piezas difíciles de localizar o que llegaban equivocadas (latiguillos de freno o tirantes de la estabilizadora delantera). Hubo varios días que me acostaba convencido de que no iba a correr pero como buen tauro soy un cabezón y no podía perderme esta carrera. Una vez más he de agradecer la ayuda de Héctor Pettinato y sobretodo sus lecciones de mecánica.

Foto del rali de Noia
Foto de Diego Area

La novedad mecánica para esta carrera era un nuevo puente trasero con estabilizadora. Se trata del puente que equipa la versión GTI del Polo que es igual que el de los Ibiza y Córdoba TDI 110 y Cupra. El comportamiento del coche ha mejorado pero ahora se nota descompensado con el tren delantero. Espero que para la próxima carrera tenga por fin montada la estabilizadora delantera más gruesa que me está dando más lata de lo que esperaba.

Los entrenos no fueron especialmente duros, unos 550 km, pero los realizamos lloviznando. Es destacable cómo las escuderías se esfuerzan más cada día en ofrecer en sus páginas web contenidos de interés para los aficionados y equipos participantes; en esta ocasión llamaba la atención que estaban disponibles vídeos con cámaras interiores de todos los tramos del rali.

Foto del rali de Noia
Foto de Diego Area

La jornada de carreras transcurrió con una lluvia continua que se intensificó por la tarde. La carretera estaba muy complicada incluso para los aficionados ya que no sólo vimos accidentes en los tramos. En esta carrera probamos por primera vez unas Fedima F/T. El agarre en piso mojado mejora considerablemente respecto a las Toyo R888 pero el asfalto estaba tan resbaladizo que a la salida de las curvas 4, que normalmente cojo en tercera velocidad, el motor caía mucho de vueltas; incluso en subida bajaba a segunda para no perder tanto tiempo.

Este año el rali volvía a un esquema clásico de 4 tramos (2 secciones de 2 tramos a doble pasada) sin especial urbana. El tramo A (Os Casás) era el más roto de todos. Se nota la falta de potencia y de un autoblocante ya que en este tipo de tramos lentos le ganamos únicamente a 4 coches mientras que en el B (As Forcadas), en mejor estado, a 15 coches.

Foto del rali de Narón
Foto de Diego Area

En el tramo C (A Nogueira) me resultó raro que en el control horario de salida no nos dieran un minuto más cuando Iría todavía estaba terminando de abrocharse el arnés. En la segunda pasada fuimos capaces de bajar el crono de la primera en 18 segundos. En el tramo D (Cerdido) Iria cometió un despiste y me cantó una I2 en vez de una D2 y a partir de ahí me desconcentré un poco. En la segunda pasada ya más centrados bajamos el tiempo anterior en 9 segundos. Se nota como tramo a tramo voy cogiendo más confianza y compenetrándome mejor con Iria.

Por ahora nunca me he tomado en serio el resultado final porque realmente no competimos contra nadie pero fastidia perder un premio en metálico porque otros pilotos mucho mejores que nosotros no corran con un coche totalmente legal. Estos pilotos destacarían igual sin trampas y se ganarían el respeto de todos. El éxito debería medirse por los logros pero también por cómo se han conseguido.


2012: 25ª edición

Comienzo tardío de la temporada 2012 por motivos profesionales. Esta va a ser una temporada corta pero representa un punto de inflexión a partir del cual esperamos realizar temporadas más completas. Esta temporada tengo otra vez la suerte que me acompñae Patxi de copiloto. Aunque a veces es difícil llevar a un piloto en el asiento de la derecha ya que cada uno tiene su forma de conducir en general es positivo que el copiloto tenga experiencia y entienda lo que que sucede y es mejor hacer en cada momento.

Foto del Rali de Narón
Foto de Ángel Sanz

Un año más sigo con la ilusión de correr con el que fue mi primer coche de calle. Uno de los grandes inconvenientes de haber preparado un coche tan poco deportivo como nuestro Polo 1.4 de 75cv es que la inyección corta muy pronto, a 6.200 rpm. Esto provoca que cuando tienes que cambiar de marcha el motor cae tanto de vueltas que no tiene casi fuerza. Este era uno de los principales problemas que tuvimos en la temporada 2011, al tener que cambiar de marcha perdíamos muchísimo tiempo. Para este comienzo de temporada hemos conseguido la centralita de la versión de 100cv que corta aproximadamente a 7.000 rpm lo que al cambiar te deja cerca de las 5.000 y el motor sigue tirando con fuerza. Lástima que durante esta primera carrera no funcionó correctamente por necesitar unos inyectores que proporcionen un mayor caudal de gasolina en el motor.

Nada mejor que empezar la temporada en uno de nuestros ralis preferidos. Este año la escudería Siroco Team estaba de aniversario ya que celebraba el 25 aniversario de su rali. Para ello prepararon un completo rali de 125 km cronometrados, casi tantos como un rali del nacional, con 7 tramos distintos incluyendo una superespecial urbana en As Somozas. Aunque parecían muchos tramos fue uno de los ralis más fáciles de entrenar ya que la organización realizó un gran trabajo pintando marcas en la carretera para indicar por dónde seguir en cada cruce o desvío lo que hacía casi innecesario seguir el libro de ruta.

Foto del Rali de Narón
Foto publicada en McRallyes.com

Esta temporada volvemos a hacernos nosotros mismos la asistencia dejando el día anterior en el parque de trabajo un coche de calle con las herramientas y las ruedas. Este año decidimos no hacer la tontería de sacar una licencia de mecánico que absurdamente en algunas carreras nos han solicitado aun cuando les explicabas que no llevábamos mecánico. Un año más la asistencia se hizo en el polígono industrial Río do Pozo. Me gustan los polígonos para estos menesteres porque hay espacio suficiente y de esa manera no se forman atascos que te puedan jugar una mala pasada al intentar llegar al control horario de salida. El parque cerrado volvía a situarse en el centro comercial Odeón siendo ésta una localización ideal por ser un buen reclamo para los visitantes y por estar dotado de servicios para los participantes.

Climatológicamente fue un rali muy complicado ya que no paró completamente de llover en ningún momento. Esto unido a la suciedad de algunos tramos hizo que fuera una de esas carreras en las que nunca te llegas a encontrar cómodo, tratándose más de una carrera de supervivencia. Por la mañana casi todos los participantes teníamos miedo del tramo C de As Somozas por lo rota que estaba la carretera. Sin embargo el tramo más complicado de la mañana fue el B de San Sadurniño donde muchos participantes tuvieron dificultades en una curva de derechas en bajada en la que incluidos nosotros calculamos mal la frenada y salvamos de salirnos forzando un trompo. La mitad del rali concluía con un tramo espectáculo en As Somozas. Si bien nos encanta que se acerquen los ralis a los núcleos urbanos para fomentar la afición a los mismos esta especial resultó un tanto aburrida.  

Foto del Rali de Narón
Foto de Mel en el tramo urbano

En la primera sección de la tarde sufrimos dos nuetralizaciones. La primera de ellas fue en la primera pasada por el tramo D de Valdoviño por el atropello de tres espectadores. Desde el punto de vista de los organizadores es necesario extremar las medidas de seguridad y concienciar a los espectadores pero éstos también deben aplicar en mayor medida el sentido común y no exponerse ante los peligros de este deporte. En la neutralización de Valdoviño en vez de entregarnos un tiempo genérico a todos los participantes neutralizados nos dieron el tiempo que realizamos en la segunda pasada. No me gusta este tipo de decisiones porque lo único que se consigue con ello es aumentar las diferencias de tiempo en la clasificación. A parte si la primera pasada te ha salido mal por cualquier motivo, con esta decisión de los comisarios ‘pagas’ el doble los errores.

Aunque en pretemporada lo habíamos solucionado por la tarde volvimos a notar un taco roto en el motor. También saltó en un par de ocasiones el chivato de la presión de aceite lo que unido al cambio de centralita decidimos no arriesgar y simplemente tratar de terminar la carrera sin mayores complicaciones. Eso no nos prohibió de disfrutar del tramo F de Ferreira y su famoso crucre de los bares que sigue siendo año tras año uno de nuestros tramos favoritos de todo el campeonato.

El final del rali tuvo un sabor agridulce. Por un lado quedamos contentos por acabar una carrera tan difícil como esta edición del rali de Narón. Por otro lado nos sentimos un poco desilusionados porque todavía no se notan las mejoras mecánicas y siguen sin salir los tiempos. Nos queda mucho trabajo que hacer en el Polo pero para la próxima carrera volveremos con novedades.


2011: 24ª edición

Seguimos evolucionando el Polito. Al igual que hiciera con el 205, una vez más recurría al especialista coruñes Sanmamed para instalar unos colectores Supersprint y hacer una línea completa de escape. El trabajo realizado por este taller ha sido excelente y el precio bastante ajustado. No es que sean amigos o que me patrocinen, pero después de tanto incompetente por ahí suelto da gusto encontrarse con auténticos profesionales. El resultado es que ahora suena como un verdadero coche de carreras pero se nota cualquier variación en el acelerador por lo que el copiloto sabe cuándo no estoy yendo a fondo. Elegimos una línea de 50 mm de sección, la autorizada por la ficha de homologación en grupo N y la ideal para mantener un poco de contrapresión.

Foto del Rali de Narón

Hoy en día están muy de moda las llantas grandes. Antiguamente el tamaño de la llanta venía marcado por el tamaño de los frenos más que por la estética. Es decir, sólo se montaban llantas más grandes para poner frenos más grandes. Los frenos que monta el Polo son los de la versión GTI que caben perfectamente en llanta 14. Para esta carrera nos dejamos de bonitas y delicadas llantas de 15″ para pasar a unas míticas Speedline blancas de 5 palos de 14″ acompañadas de unos neumáticos Toyo Proxes R888. Voy a volver a hacer publicidad: neumáticos Roda-mos. Un taller de neumáticos especializado en vender semislicks a un precio muy interesante. De hecho venden bastante por Internet al resto de España. Por cierto que el reciente terremoto de Japón ha paralizado las exportaciones de neumáticos Toyo y Yokohama. A precio de ruedas de calle, las R888 (similares a las Yokohama A048 que usaba en el 205) dan un rendimiento que nada tiene que ver con un neumático de calle.

Para esta carrera contaba con Patxi estrenándose en las labores de copiloto. Patxi, de Ferrol como yo, es uno de los primeros amigos que he hecho en el mundo de los ralis; de hecho ya ha salido en otras crónicas. Después de correr con Pato el listón estaba muy alto, pero igual que me pasara con él desde el principio nos encontramos muy a gusto. Hablando de Pato decir que en esta carrera estrenaba su nuevo coche, un AX hecho al detalle.

Foto del Rali de Narón

En esta carrera volvimos a correr en plan humilde: entrenos comiendo de bocadillo, asistencia hecha por nosotros mismos, desplazamiento al rali en el propio coche de carreras, etc. Si algún día dispongo de más recursos probablemente eche de menos esta época en la que que terminar un rally con estos medios te hace el doble de ilusión. La clave está en organizarse bien entre copiloto y piloto. Y eso hicimos en las verificaciones: mientras uno hacía las administrativas, el otro ya estaba haciendo cola en las técnicas. De ese modo ha sido el rali en el que más temprano he terminado de verificar con la tranquilidad que eso da.

Foto del Rali de Narón
Foto de Kike-MPT

El primer tramo Fogoselo estaba demasiado roto; El típico tramo rompecoches con un montón de baches que no tiene sentido correr. Además nos fastidió bastante el ver a Jacobo Veiras y Rodrigo Baño tirados tras una salida de carretera en los primeros kilómetros del tramo. En el siguiente tramo, Eume, ya pudimos disfrutar más y empezábamos a coger confianza. La mañana terminaba con las segundas pasadas por estos tramos pero se neutralizaban las dos. La dirección de carrera decidió otorgar el mismo tiempo que en las primeras pasadas. El resultado de hacer esto es que duplicas la diferencia entre los coches. Lo normal y más justo hubiera sido darles el mismo tiempo a todos los que no pudieron correr los tramos.

Foto del Rali de Narón
Típicas colas que se montan a la salida de un tramo cuando hay una neutralización

Por la tarde se daban dos pasadas a Ferreira y Narahio. En Ferreira al tratarse de uno de nuestros tramos preferidos intentamos ir rápido, de hecho en la famosa curva de los bares nos emocionamos y pasamos bastante fuerte. Nos queda la duda de las segundas pasadas en las que dándonos la impresión de haber ido más rápido que en las primeras sin embargo los cronos fueron ligeramente peores.

Quedamos muy contentos del rali que nos salió porque no tuvimos grandes sustos y fuimos cogiendo ritmo y acoplándonos cada vez más. Además nos echamos unas risas con las mismas canciones que ponen en todos los ralis en Cadena Dial («toda una vida a tu laaaado») o al ver a Tembrás Jr. en un Peugeot 206 («Ese no es un Tembrás ni es nada»).


2007: 20ª edición

Literalmente a última hora. El plazo de inscripción terminaba a las 20 horas del domingo 27 y a las 19:30 mi madre entregaba la hoja de inscripción y hacía el pago correspondiente. Hasta ese mismo fin de semana no estaba claro si iba a correr o no: el coche no estaba todavía listo, Paula no podía venir y económicamente no era un buen momento. Pero el correr el rallye de casa tira mucho. El viernes cuando vi en el foro Curuxa que Luismy estaba libre para venir ya empezó a tentarme mucho el inscribirme. Luego mi madre fue la que me animó después de ver cómo el año pasado me moría de envidia en la cuneta y finalmente decidí participar.

Foto del Rali de Narón
Foto de Wilfas (Miguel Maneiro)

Una vez más tengo que agradecer la ayuda de Nico, en esta ocasión por conseguirme un embrague cerámico muy barato y junto a Luís Izquierdo por ponerme en contacto con Pedro Massó el que tuvo un detallazo enorme en regalarme la rueda que ya había utilizado en Noia. Otro año más la gente de Formigo me revisó la extinción y en este rali tengo que añadir la ayuda del compraventa ‘La Estación’.

Los días previos a un rally, cuando el estrés de los preparativos me lo permite, disfruto pensando en que pronto voy a estar pilotando. Pero rápidamente me invade una sensación de inseguridad porque me es muy difícil visualizarme dentro de un tramo. Por eso la noche anterior a la carrera me gusta repasar mentalmente cómo tengo que reaccionar cuando el coche se va de atrás, cuando subvira, cuando llegamos muy pasados a una curva, etc. De camino a la carrera o como muy tarde en el primer enlace ya me tranquilizo al familiarizarme de nuevo con la conducción del 205. Entonces mi preocupación es otra, me pregunto si seremos capaces de mantener el ritmo adecuado, ni muy parados ni asumiendo demasiados riesgos. Pero sé que lo único que puede ayudar es salir al tramo lo más tranquilo posible.

Foto del Rali de Narón

El primer tramo era Somozas. Estaba realmente roto, tanto que daba pena pasar rápido con el coche y escuchar cómo las piedras golpeaban contra los bajos. A parte que al estar tan roto vas realmente rodando por encima de las piedras y cualquier inercia del coche hace que derrapes tanto a poca como a mucha velocidad. Y las frenadas también con mucho cuidado para no bloquear. Como era el tramo que abría el rali, por el estado del mismo y por ser el primero que corríamos Luismy y yo juntos decidimos tomárnoslo con mucha calma.

El segundo tramo era Recemel. Lo más famoso de este tramo es su rasante seguido de una izquierda tres. Menos mal que después del rasante hay un pequeño desvío que hace de escapatoria para los pilotos más optimistas. Después de los dos primeros tramos tan difíciles estábamos muy contentos por cómo habían salido pero no sabía si había sido suerte o casualidad y podríamos volver a repetirlo junto a la necesidad casi obligada de bajar los tiempos en las segundas pasadas.

Foto del Rali de Narón
Foto de Rbaniela

En la segunda pasada por Somozas decidimos arriesgar en la zona rota porque sabíamos que el resto de los equipos iban a tener mucho cuidado y si salía bien podríamos meterles tiempo. Acertamos, eso sí, tuvimos varios sustos pero lo pasamos genial, quizá el tramo en el que mejor lo pasamos. En la segunda pasada por Recemel también cumplimos bajando el tiempo; nos controlamos en el rasante y eso sabiendo que allí había gente que nos había venido a ver.

Después de los tramos de la mañana cogí mucha confianza y me di cuenta de que Luismy y yo hacíamos un buen equipo y por fin era consciente de nuestras posibilidades de hacer una buena carrera.

Foto del Rali de Narón
Súper asistencia

Por la tarde tocaban los míticos tramos de Ferreira y Narahío. Por fin iba a correr el tramo de Ferreira. Me hacía mucha ilusión porque es el primer tramo en el que fui a practicar con Paula antes de empezar a correr. En estos dos tramos empezaba a llover y en la asistencia no sabíamos realmente qué hacer. Al final decidimos poner las ruedas de calle pero con dibujo. En las primeras pasadas lo pasamos mal pero en las segundas ya con el suelo totalmente mojado eran la mejor opción. En la última pasada por Narahío íbamos cogiendo al coche de delante y en la zona de los eólicos llegamos a una curva muy rápido y ya no quedaba espacio para frenar más por lo que como última alternativa tiramos del freno de mano y enroscamos a bastante velocidad. De milagro no pasó nada y pudimos seguir.

A parte de este gran susto durante el rali tuvimos de todo un poco: derrapadas en 4ª, excursiones por la cuneta, frenadas al límite, etc. De hecho pasamos muchas veces rozando los arbustos como lo demuestran los 3 aletines rotos.

Foto del Rali de Narón

He corrido rallyes en los que no he tenido ni un solo susto o problema alguno, otros llenos de contratiempos que hacen que el simple hecho de terminar sepa a victoria, otros en los que aprendes mucho por las peculiaridades de sus tramos, etc; pero es la primera vez que logro correr un rali tan complicado en el que hemos sido capaces de mantener un ritmo muy alto (en relación al coche, piloto, medios) durante toda la carrera tanto en seco, como cuando empezó a llover como en mojado. Y esto es lo más positivo de esta carrera y me alegra que lo haya conseguido en el rali de casa. Al terminar la carrera la sensación que tenía era de plena satisfacción y tranquilidad por haber salido todo perfecto. Al final octavos de clase y primeros 24 puntos de la temporada y los primeros puntos para Luismy en su carrera como copiloto.


2005: 18ª edición

El rali de Narón iba a ser una fiesta, era el rali de casa. Aunque no era el mejor momento (había que arreglar el coche, buscar un copiloto y problemas de presupuesto) realizamos un gran esfuerzo para correrlo. Otra vez Héctor y Nino hicieron todo lo posible para que tuviera el coche listo y Patxi me presentó a Javier Calvo para que fuera conmigo a la derecha. Las ganas de Javi y por lo poco que pudimos correr juntos me hacen ver que será un gran copiloto.

Foto del XVIII Rallye Cidade de Narón
Foto de Pistonazo

En el último tramo de la mañana se produjo un accidente con el resultado de la muerte del copiloto Alberto González Lamigueiro. Personalmente no conocía a Alberto, pero era un compañero y podría haberle pasado a cualquier equipo. Situaciones como esta hacen que me pregunte por qué seguir corriendo, pero la pasión supera a la razón. No voy a olvidar este día y me ayudará a recordar que no vale la pena arriesgar y que sólo hacemos esto para divertirnos.

DEP Alberto, mi más sincero pésame a la familia y amigos y ánimo para todos.