Prueba perteneciente al Campeonato Gallego de Rallyes organizado por la Escudería Luintra cuya primera edición se celebró en el año 2012. El epicentro del rali está situado en el municipio de Nogueira de Ramuín perteneciente a la comarca de la Ribeira Sacra.
2022: 10ª edición
Esta carrera volvía otra vez a hacerme tomar decisiones. Empezamos el rally y ya nos dimos cuenta que nuestra humilde caja MA con grupo 13×59 de C15 no funcionaba bien. Rascaban los cambios, sobre todo la segunda, y poco a poco se iba agravando el problema. Llegó un momento que teníamos que cambiar muy lento lo que sumado a lo largo de los desarrollos nos hacía perder mucho tiempo. Disputar un rally en estas condiciones no tiene sentido por lo que doy por amortizada esta caja de cambios. Hasta contar con una fiable BE4 con grupo corto de verdad no vuelvo a correr.
De todos modos lo peor estaba por llegar y en el primer tramo de la tarde nos quedamos sin frenos. No con poco pedal (duro o blando), frenada mala o similar; literalmente sin frenos, el pedal al fondo. Para colmo encarábamos una bajada bastante pronunciada que terminaba en un muro de piedra. Intenté tirar del freno de mano pero al ser hidráulico tampoco funcionaba. Así que decidí tirarme a la cuneta para evitar males mayores. Resultado: trapecio doblado, rótula de dirección rota, mangueta doblada, algo de chapa… Al parecer es común en estos coches que se salga la presilla de seguridad de las pinzas traseras de freno y luego salgan volando las pastillas. En fin, rally para olvidar.
2021: 9ª edición
Mi segunda participación en esta prueba marcó un punto de inflexión en mi forma de entender las carreras. Antes buscaba participar en el mayor número de pruebas minimizando los costes. Por este motivo siempre he utilizado semislicks, normalmente Toyo o Yokohama. El punto débil de este tipo de neumáticos es el piso húmero o mojado e incluso el asfalto muy frío. Con el Polo usaba llanta 14 y Yokohama tiene un semislick específico para lluvia, el A021R. Pero en el 206 uso llanta 15 y no existe nada similar.
15 minutos antes del comienzo del último tramo de la mañana, cuando estábamos haciendo muy buen rally, empezó a llover fuerte. La tensión que pasamos en el tramo se puede ver el vídeo de la cámara onboard. Corriendo así no se disfruta y esto lo hacemos para divertirnos. Así que a partir de ahora toca invertir en ruedas ya que a fin de cuentas es el principal elemento de seguridad. Intentaremos salir en alguna copa, pagar el impuesto revolucionario de la federación, para así poder salir junto al grueso de equipos de nuestra agrupación y pelear en igualdad de condiciones.
2018: 7ª edición
Existen muchas maneras de clasificar un rali. Una puede ser la distancia hasta el mismo; otra si tiene o no muchos kilómetros de enlace. Quizá el que el Ribeira Sacra sea una prueba que queda lejos para muchos equipos y que durante la carrera haya que recorrer 350 kilómetros de enlace, provocó que no se alcanzaran tantos inscritos como en otras carreras de esta temporada. A los pilotos nos gusta “correr”, no “circular”.
Llegábamos a Luintra con muchas ganas pero también con miedo. Otro abandono esta temporada sería fatal y me quitaría por un tiempo las ganas de seguir luchando por hacer funcionar un «trasto viejo».
Durante los reconocimientos de los tramos probamos a describir las notas por grados de giro del volante y no por velocidad. El resultado fue fantástico ya que en carrera te da más seguridad al no tener que pensar cuánto hay que girar el volante y sólo centrarse en lo rápido que puedes pasar por la curva. Pero además tengo que fijarme más en las frenadas ya que en el tramo de «Caxide – Cerreda» tuvimos el mayor susto del rali al descolocarse el coche en una frenada al que llegábamos en apoyo.
La carrera fue dura por el calor que hizo desde primeras horas de la mañana. La clave de correr con buen tiempo es hidratarse bien; no parar de beber durante todo el día aunque no se tenga sed. Por su parte el Polo no se resintió nada por las altas temperaturas y no dio el más mínimo problema durante todo el fin de semana. En algunas secciones probamos a usar un juego de Nankang NS-2R y sin llegar a estar a la altura de los semislicks Toyo o Yokohama responden bastante bien en tramos no muy largos.
El rali tenía muchas zonas para correr pero también había zonas muy sucias; los cambios de ritmo eran constantes. El único contratiempo que tuvimos fue un golpe en una llanta en el primer tramo del sábado, «Maceda – Baldrei», que provocó que la rueda fuera quedándose sin aire y en el segundo tramo, «San Miguel – Luintra» perdiera la confianza al notar «raro» el coche.
El resto de la carrera transcurrió sin incidentes aunque tengo que reconocer que en los últimos dos tramos solté mucho porque sinceramente ya había disfrutado lo suficiente y lo único que me iba a hacer estar más feliz era terminar el rali.
Quiero terminar felicitando a la Escudería Luintra por haber sacado adelante una edición en la que no se produjo ninguna neutralización y agradeciendo la amabilidad del equipo de Fermín Sousa por compartir con nosotros su carpa y espacio de asistencia.
