Máster de Campións

El Recinto Ferial de Amio, utilizado en múltiples ocasiones como parque de trabajo o parque cerrado en los Rallys Botrafumeiro, fue escenario varios años de un tramo espectáculo de fin de temporada organizado por la Escudería Compostela.

Foto del Máster de Campións

2013: III Rallye – Máster de Campións

A falta de la colaboración institucional y empresarial necesaria para sacar adelante el XXV Rali Botafumeiro, la Escudería Compostela daba una lección de afición al sobreponerse a este tremendo palo y pese a ello organizar la tercera edición del Máster de Campións en el recinto ferial del Amio. En esta ocasión se realizaban 6 pasadas cronometradas al mismo tramo divididas en dos jornadas, sábado y domingo. Al enfocar la carrera como un rali el reglamento permitía llevar opcionalmente copiloto. Es curioso que exactamente la mitad de participantes eligieran una de las dos posibilidades aunque en muchos equipos el copiloto no llevaba notas y ejercía únicamente de acompañante.

Foto del Rali Master

 
En esta edición fue todo un acierto en aprovechar el aparcamiento del recinto ferial para así poder ampliar el circuito respecto al del año pasado. La única molestia era para los espectadores que no habían llegado con tiempo ya que no podían acceder a la parte interna del circuito y al parque cerrado. El parque cerrado y de trabajo se situaba en el interior de los pabellones lo que se agradece en estas fechas. También permitía a los equipos entretenerse sin tener que desplazarse entre pasadas viendo correr y cómo trazan los rivales directos y disfrutar del espectáculo de algunos participantes así como de la cerradísima lucha entre Víctor Senra, Iván Ares y Sergio Vallejo.

En la jornada del sábado se realizaban dos tandas de entrenamiento y posteriormente dos cronometradas en horario nocturno. Previa a la primera pasada de entrenos había recorrido a pie el circuito pero al igual que algunos otros participantes me confundí al reconocer el tramo ya que después de una puerta la pista se bifurcaba en dos carriles y erróneamente pensé que lo lógico era seguir por el de la derecha; un inglés no se hubiera equivocado.

Foto del Rali Master

En las tandas nocturnas se decidió no permitir salir con parrilla de faros para no deslumbrar a otros participantes. Aunque yo no dispongo de parrilla sí considero que era necesario llevar cuánta más luz mejor para no despistarse entre tanto cono en estas primeras pasadas en las que todavía no se tenía el circuito totalmente memorizado.

Durante todas las mangas fui capaz de ir bajando el tiempo de una a otra y optimizando la conducción a las características del circuito. Por ejemplo en algunas zonas comprobé que no me compensaba cambiar de marcha y meter tercera prefiriendo aguantar en segunda al corte durante unos segundos. En las primeras cronometradas me falto fe para coger a fondo zonas como la recta de la entrada del circuito ya que a la altura de la garita de control se estrechaba mucho y por la noche era difícil de apreciar por dónde seguía el tramo. En las últimas pasadas ya no dudaba e incluso utilizaba la técnica del pie izquierdo en las curvas rápidas para aguantar el coche cuando éste empezaba a subvirar.

Foto del Rali Master
Aunque sea una carrera espectáculo no hay que olvidarse de las medidas de seguridad

El tiempo fue frío durante todo el fin de semana aunque no llovió y en carrera las temperaturas mínimas se mantuvieron por encima de los 10 grados. Pero esta época del año condiciona mucho los cronos en función de las ruedas que montes. Después de los problemas del año pasado incluso contaba con unas Fedima de mojado de compuesto mucho más blando por si las Toyo mixtas se comportaban muy mal. De hecho había participantes que llevaban compuesto 00 o utilizaban calentadores con compuestos más duros. Al final opté por utilizar las Toyo pero bajando la presión de manera radical, 1,6 delante y 1,2 detrás, para intentar que cogieran antes temperatura. El comportamiento de las ruedas mejoró pero el desgaste fue elevado en las ruedas delanteras en parte también al no dosificar mucho el acelerador y no traccionar y morrear tanto.

La Escudería Compostela una vez más ha sido capaz de organizar una prueba muy entretenida cumpliendo el objetivo de facilitar el acceso a las carreras a todo tipo de público. Con una inscripción bastante asequible y con sólo 10 euros de gasolina no se me ocurre mejor manera de terminar una temporada.


2012: II Máster de Campións de Galicia

Buscando el espíritu del antiguo Fórmula Rallye de Santiago de Compostela en el que participaran Carlos Sainz o Capdevila, por segundo año consecutivo la Escudería Compostela celebró el Master de Campións de Galicia. Se trata de una prueba que se desarrolla durante todo un fin de semana en un tramo espectáculo situado en el Recinto Ferial de Amio. Lo particular de esta carrera es que los coches salen a correr simultáneamente de dos en dos por pistas paralelas lo que produce mucha expectación entre el público por ver quién cruza primero la meta. El sábado se desarrolló el ‘Open’ cuya inscripción estaba abierta a cualquier piloto. Se realizaron tres mangas y se sumaron los dos mejores tiempos de cada participante. Los dos primeros de cada categoría se clasificaron para la jornada del domingo, el ‘Master’, en la que se enfrentaron a pilotos de renombre.

Foto del Master de Campións
Trazado del circuito

Especial ganas tenía de participar en esta prueba después de que decidiera no hacerlo en el 2º Certamen Noroeste tras recibir un burofax de la Federación Galega de Automovilismo advirtiéndome de que podría ser sancionado en caso de correr una prueba considerada ilegal. Para mí correr es una afición y no me compensa estar en medio de los problemas de competencias que deberían resolver la justicia deportiva. El día que me canse de ciertas situaciones que se dan en nuestra comunidad volveré a correr fuera de Galicia.

Desde el principio me tomé esta carrera como una fiesta en la que disfrutar y probar el coche sin la presión de un rali. Me presenté a la prueba en condiciones poco óptimas: el toque del Botafumeiro sin arreglar, el coche desalienado y con unos poco apropiados y muy gastados semislicks. Aunque no llovió, durante casi todo el día hubo humedades en una pista ya de por sí muy deslizante. El asfalto del recinto ferial es muy malo y no permite acelerar a fondo a la salida de las curvas con lo que hay que tener tiento y dosificar el acelerador.

En este circuito el Polo se mostró muy noble pero falto de potencia y tracción. Durante las frenadas fuertes, al final de las mismas, empezaba a girar un poco el volante para que el tren trasero se descolgara y ayudara a colocar el coche en la curva; al empezar a acelerar el coche volvía al sitio dócilmente. El principal problema que tuve es que, sobre todo en las primeras mangas con el asfalto frio, en las zonas húmedas el coche no entraba bien en las curvas y a la salida tenía que abrirme mucho buscando tracción. Especialmente en las dos curvas que se cerraban el coche morreaba y era imposible meterlo en el interior. En estos casos era mejor tirar el coche al interior ya al inicio de la curva e ir con cuidado buscando la salida.

En la segunda y tercera manga con el asfalto más seco y ya no tan frio era más fácil inscribir el coche en las curvas y permitía coger más tarde las curvas que se cerraban. Probé a trazar estas curvas jugando con el pie izquierdo o con el freno de mano pero perdía más tiempo al quedarme clavado por no disponer de autoblocante ni potencia suficiente.

Viendo los cronos y después de todas las pruebas que hice tengo la impresión de donde se gana o pierde tiempo es en las rectas y curvas rápidas de coger con fe intentando pasar por las curvas lentas sin perder muchos segundos.

Buen detalle de la organización el de permitir salir a correr al final de la prueba unas vueltas más junto a un acompañante. Aproveché la ocasión para ir con Brais al que llevaba sin ver desde la época de la pista de karts de A Coruña.