Para cualquier aficionado el escuchar topónimos como San Sadurniño, As Somozas, Irixoa, Monfero, Ortigueira, Vilarmaior, Cerdido, As Pontes, etc. nos evoca competición, nos hace recordar cómo los mejores pilotos de cada generación se enfrentaron a las dificultades de los tramos del Rally de Ferrol para hacer historia y dejar su nombre inscrito en el palmarés de la prueba. Desde el año 1970 la Escudería Automovilística Ferrol ha organizado esta carrera que según la edición ha sido puntuable para distintos campeonatos nacionales de rallys o para el autonómico de la especialidad.
2023: 54 Rallye de Ferrol
En Galicia contamos con varios ralis con aspiraciones nacionales pero la Federación Española de Automovilismo, por la necesidad de repartir las pruebas por todo el territorio y cierto politiqueo, va incluyendo unas pruebas u otras en sus distintos campeonatos. En esta ocasión le tocó perder su puntuabilidad nacional al rally de Ferrol pero la Federación Galega de Automobilismo salió en su rescate y 20 años después volvía a ser puntuable para el regional.
Para un ferrolano como yo el correr la carrera de casa es algo muy especial y más si lo puedo compartir con otro ferrolano de copiloto, mi amigo Patxi, y la salida y llegada del rally es en la Avenida de Esteiro, al lado de la casa donde viví toda mi infancia. Sin puntuabilidad para la copa Pirelli AMF el único objetivo era disfrutar e intentar hacer una carrera limpia y como se suele decir acabar con el coche entero.
Como novedad corría por primera vez con una caja de cambios con autoblocante. La experiencia fue muy positiva aunque es cierto que te vas peleando constantemente con el volante. Es necesario estar muy concentrado para que los constantes latigazos no te echen fuera del asfalto, pero la ganancia en tracción es muy notable sobre todo cuanto más resbaladizo esté el terreno.
Supongo que por reminiscencia de otras épocas el primer tramo, San Sadurniño – As Somozas, rozaba los 20 km cronometrados. La verdad es que cansa tomar notas de tanta carretera aunque al correrlo no se hace tan largo como puede parecer. Pero lo más mítico del rally fue pasar por el popular monasterio de Monfero por primera vez en mi vida; lástima que justo a ese tramo se le diera una única pasada.
Con el objetivo cumplido de acabar si complicaciones toca descansar y pensar en la próxima temporada. Como crítica constructiva comentar únicamente que el reagrupamiento en Irixoa, previo al último tramo, si bien vino bien para descansar y socializar fue demasiado largo y corta totalmente el ritmo de carrera.