En el año 2013 se celebró por primera vez en España una carrera amateur de resistencia de 24 horas en el circuito Mike G Guadix en Granada. Al año siguiente la escudería Fansi Motorsport tomó el relevo y organizó una segunda edición en el circuito Vasco Sameiro de Braga. Debido al éxito de estas dos primeras experiencias y pese a las trabas federativas este año 2015 se consiguió sacar adelante una nueva prueba en el Ascari Race Resort en Ronda. Estos eventos están orientados a pilotos no profesionales por lo que para controlar los costes se limita a coches de más de 20 años y al uso de ruedas de calle.
Gracias a mi amigo Patxi tuve la suerte de poder entrar a formar parte del equipo Union Simracers que ya había disputado y terminado la carrera de Braga. Originalmente este equipo estaba formado por un grupo de pilotos de distintas partes de la geografía española (Galicia, Madrid y Cataluña) que se conocieron en competiciones virtuales con simuladores de conducción tipo rFactor. De hecho en los últimos tiempos estos simuladores han avanzado tanto que son de gran ayuda para aprender los secretos de los circuitos al igual que hacen los equipos de Fórmula 1. El equipo este año estaba formado por el capitán Eddy, los veteranos Patxi y Joan y tres nuevos pilotos: Guille, Rubén y yo mismo.
El coche del equipo, que mantiene Eddy en Madrid, es un Ford Sierra 2.0 de 125cv del año 1991. Se trata de un vehículo de tracción trasera que respecto a sus rivales naturales, los BMW, cuenta con la ventaja de tener un menor peso. La preparación del coche se centró inicialmente en las medidas de seguridad: jaula, backet, arneses, extintor… Este año se ha mejorado la mecánica montando un puente trasero con autoblocante, amortiguadores regulables en dureza, barras de refuerzo, estabilizadora trasera de Ford Escorpio, silentblocks de poliuretano, admisión directa, etc.
Para organizar el equipo durante los meses anteriores a la carrera se realizaron reuniones semanales virtuales mediante el programa TeamSpeak. Además Eddy realizó un viaje a Barcelona donde junto con los integrantes catalanes del equipo desmontaron un puente trasero con autoblocante de un Ford Sierra donante. En abril Patxi y yo nos acercamos un fin de semana a Madrid para ayudar a Eddy con los temas más pesados de mecánica (montar los puentes, cambiar el embrague, montar la nueva suspensión, etc). Según se acercaba la fecha de la carrera fueron surgiendo dudas acerca de si estaría el coche listo para la misma pero gracias al gran esfuerzo realizado por Eddy y su amigo Jaime se consiguió tener el coche preparado. De todos modos el viernes antes de la carrera todavía estábamos ultimando detalles como regular las luces, montar un nuevo volante, poner las pegatinas…
Con la ilusión de participar en una carrera tan diferente de lo habitual el viaje de más de 1.000 km hasta la provincia de Málaga se nos hizo bastante ameno. Una vez en Ronda nos dirigimos al circuito y descubrimos un pequeño paraíso para los amantes del motor. Con casi 5,5 km Ascari es el circuito más largo de España. Pero Ascari es mucho más que un circuito. Es un club donde ofrecen a la gente con alto poder adquisitivo experiencias de pilotaje con todo tipo de coches, barquetas y fórmulas; incluso cuenta con una pista de karting y un circuito de 4×4. Todo el complejo está diseñado para la comodidad tanto de los pilotos (magníficos boxes, gasolinera, taller, aseos con duchas) como de los acompañantes (restaurante, terraza con piscina, cafetería, tienda, wifi). Nos llamó especialmente la atención la profesionalidad, educación y amabilidad de todo el personal. Por mucho que pueda intentar contar siempre me quedaré corto para describir las bondades de un exclusivo circuito que cuenta hasta con un helipuerto. La pista con un perfecto asfalto tiene una longitud de 12 metros y escapatorias que te dan confianza para buscar los límites del coche o como en mi caso aprender los secretos de la conducción de un tracción trasera. En este sentido he de reconocer que la propulsión es mucho más divertida que la tracción delantera pero más apropiada para circuitos donde hay más margen para los errores que en carretera abierta.
Durante la mañana del sábado se celebraron unos entrenamientos libres y las mangas de clasificación. Con 40 equipos participantes, algunos muy bien preparados, nos sorprendió clasificar de cuartos. Con las mejoras realizadas al Sierra se ha conseguido que el coche sea más fácil de conducir y muy rápido en paso por curva pero en rectas se echan en falta los 35cv adicionales permitidos por reglamento para poder pelear en igualdad de condiciones con los coches más potentes.
A las 14 horas dio comienzo la carrera con Eddy al volante y tras unas primeras vueltas con un calor sofocante consiguió colocarse en primera posición. No nos podíamos creer que estuviéramos rodando más rápido que el Honda Integra, el Porsche 911 o el Golf GTI del campeón de España de ralis de tierra Oscar Fuertes. Pero la alegría nos duró poco al pararse el coche por un problema eléctrico. La batería se había movido y se produjo un cortocircuito al tocar el polo positivo con la barra de torretas. Tuvimos mucha suerte ya que sólo se quemaran unos cables que Patxi sustituyó hábilmente. Pero con media hora perdida se esfumó toda posibilidad de optar a un buen resultado.
Independientemente de las averías, consumo de gasolina o salidas del safety car decidimos hacer dos stints de dos horas para cada piloto. Después de Eddy le tocó el turno a Patxi, luego a mí, Joan disfrutó del atardecer y por la noche empezaban a correr Guille y Rubén. Durante las 12 primeras horas no tuvimos más problemas que alguna pequeña salida de pista o desgaste prematuro de neumáticos. En este sentido quizá para una carrera de resistencia en una pista tan abrasiva sean mejor ruedas muy duras.
Las siguientes 12 horas fueron más complicadas. Para empezar perdimos mucho tiempo en cambiar las pastillas de freno ya que por falta de previsión olvidarnos de llevar el útil para comprimir los pistones de las pinzas traseras. Tuvimos otras incidencias menores como un par de pinchazos o que se nos soltara el extintor. Aunque con lo que más sufrimos fue con los espárragos de las ruedas que al principio se aflojaban y por seguridad paramos a cambiar unos cuantos. Aun así en el último turno rompieron todos los de la rueda trasera derecha y ésta salió volando terminando el coche apoyado sobre el disco de freno. El coche volvió al box en grúa donde una vez más Patxi se afanó en arreglarlo para poder regresar a la pista. Pero con el golpe de la rueda se desplazó el depósito de gasolina y con ello quedó un manguito suelto que vertía gasolina. Por este motivo se tuvo que detener la carrera y el coche volver de vuelta al box. Intentamos arreglar como pudimos la pérdida en dos ocasiones e in extremis Rubén pudo salir a rodar las últimas vueltas y terminar la carrera viendo la bandera a cuadros.
Pese a quedar muy retrasados en la clasificación final todos disfrutamos de una carrera inolvidable donde pudimos vivir el espíritu de las 24 horas de Le Mans. Quiero destacar la rapidez y seguridad al volante de todos mis compañeros y en especial agradecer a Eddy el esfuerzo por mantener el coche, a Jaime por su ayuda en el box y las fotos que acompañan esta crónica y a Patxi por su entrega durante todo el fin de semana ya que sin él hubiera sido imposible terminar la carrera.